LA ESENCIA Y LA PERSONALIDAD
El hombre, tal cual es, no es un
artículo auténtico.
Es la imitación de algo y hasta una
muy mala imitación.
Imagínense a un científico de un
remoto planeta que reciba de la tierra muestras de flores artificiales, sin saber nada de las flores verdaderas.
Le será extremadamente difícil el
definirlas -explicar su forma, su color, el material del que están hechas, es
decir, alambre, algodón, y papel coloreado- y el clasificarlas en cualquier
forma.
La psicología se encuentra en una
posición muy similar en relación con el hombre.
Tiene que estudiar a un hombre
artificial, sin conocer al hombre real.
Ciertamente, no es fácil estudiar a
un ser como el hombre, cuando él mismo no sabe lo que es real ni lo que es
imaginario en él.
Por esta razón la psicología tiene
que comenzar por separar lo que es real de lo que es imaginario en el hombre.
Es imposible estudiar al hombre como
un todo, porque el hombre está dividido en dos partes: una que, en algunos
casos, puede ser casi toda real
y la otra parte que, en algunos casos, puede ser casi totalmente imaginaria.
En la mayoría de los hombres
corrientes estas dos partes están entremezcladas y no se pueden distinguir fácilmente,
aunque ambas estén allí y ambas tengan su propio significado y efecto.
En el sistema que estamos
estudiando, estas dos partes son llamadas esencia y personalidad.
La esencia es lo innato en el
hombre.
La personalidad es lo adquirido.
La esencia es lo que le es propio.
La personalidad es lo que no le pertenece.
Ouspensky